Socialmente se suelen describir rápidamente los efectos agudos del alcohol: falta de coordinación, desinhibición, impulsividad… Pero no somos conscientes de las consecuencias crónicas del efecto neurotóxico del alcohol sobre el cerebro.
Varios estudios muestran que hay tres redes neurales especialmente vulnerables: la red frontocerebelar, que controla la marcha y el equilibrio; lafrontolímbica , implicada en la memoria, la motivación y la autoconciencia; y la frontoestriada ,responsable de la regulación emocional, la inhibición, la flexibilidad cognitiva y el manejo de recompensas.
¿Cómo sabemos si un bebedor sufre daño cerebral? Las personas de su entorno notarán que es más lento, se distrae fácilmente, es más rígido, tiene mala memoria, toma decisiones sin valorar los riesgos, le cuesta regular sus emociones e interpreta peor las de los demás. Y esto afecta a su vida familiar, laboral y social.
Otras derivadas son aquellas enfermedades que cursan a raíz o en paralelo al a la degeneración cerebral, los problemas en caso de embarazo, y como, el deterioro cognitivo afecta a la eficacia de los tratamientos de desintoxicación. En suma, si quiere cuidar su salud cerebral, y sea cual sea su edad, cuanto menos alcohol, mejor.
Noticia publicada en: www.elespanol.com
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