El 83% de las personas que vapean aluden a los saborizantes de estos productos como principal razón de su consumo que, combinado con los cigarrillos tradicionales, dispara un 20% el riesgo de morbilidad y de mortalidad.
La industria tabacalera genera una “distorsión” en la percepción de los daños, vendiendo los nuevos productos (vápers) como alternativas efectivas para dejar de fumar o reducir los riesgos para la salud.
Por otra parte, si se quitaran los aromas el consumo de vápers se reduciría un 80%.
Además, ha contado, entre el 60 y el 80% de los fumadores realizan un consumo dual, es decir, de tabaco tradicional y de dispositivos de liberación de nicotina.
En ese contexto, el experto ha enumerado todas las patologías que se derivan de su consumo, como las enfermedades cardiorrespiratorias, el cáncer oral o patologías crónicas que pueden alterar la calidad de vida de forma importante.
Un estudio publicado en The Lancet que evidenció que en Reino Unido un millón de personas vapean ahora a pesar de nunca haber sido fumadores habituales.
Noticia publicada en: www.20minutos.es.
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