El Ministerio de Sanidad se ha marcado como prioridad sacar del cajón el plan antitabaco, que incluirá los cigarrillos electrónicos, que actualmente escapan a la legislación, para equipararlos a la normativa del tabaco, lo que supondría su prohibición en espacios públicos interiores y en determinados lugares públicos al exterior, como las terrazas de bares y restaurantes.
El vapeo, y las pipas de agua, preocupan especialmente a los médicos, que piden que se regulen como medida de salud pública y que se graven con impuestos en las mismas condiciones que los cigarrillos. Por contra, el sector hostelero teme que las nuevas restricciones supongan una merma en la actividad económica, especialmente para bares y restaurantes pequeños. Además, consideran que cada negocio debe decidir si es, o no, libre de humo; y que sucederá lo mismo que durante el Covid: que los clientes fumadores se levantarán de la mesa para consumir el cigarrillo a unos pocos metros.
Noticia aparecida en www.elperiodico.com.
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