Tomar alcohol durante el embarazo puede provocar problemas físicos, conductuales y cognitivos. Este mantra que los especialistas en pediatría nos recuerdan una y otra vez se traduce en datos, y estos datos a su vez, en graves problemas para la salud de nuestros niños.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) habla de entre un 2% y un 5% de escolares en países desarrollados sufren trastornos del espectro alcohólico fetal, “lo que equivale, al menos, a un niño en cada aula”.
El Ministerio de Sanidad ha recalcado la importancia de no consumir alcohol durante el embarazo para evitar el desarrollo de trastornos en el feto y recién nacido como el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF), un término que agrupa un amplio rango de anomalías físicas, mentales, conductuales y cognitivas permanentes que una persona puede presentar cuando ha estado expuesta al alcohol durante su gestación.
La rapidez con la que el alcohol atraviesa la placenta dejando al feto expuesto a la misma concentración de alcohol, o incluso superior que el de la gestante, se traduce en una indefensión del feto ante el impacto de una sustancia que, a ciencia cierta, sabemos que ataca a órganos como: el hígado, los riñones o el cerebro… Lo cual nos deja ante repercusiones a nivel físico, del comportamiento e intelectuales.
La única causa del TEAF es el consumo de alcohol durante el embarazo, en cualquier momento. No se conoce una cantidad de consumo que se pueda considerar segura para el feto, por lo que los profesionales sanitarios deben desaconsejar el consumo de alcohol durante cualquier momento del embarazo. Cabe resaltar que todos los tipos de bebidas alcohólicas son igualmente dañinas, incluso el vino y la cerveza, incluida la cerveza “sin”, que, de acuerdo con la legislación, contiene una cantidad menor al 1 por 100 en volumen de alcohol (generalmente un 0,6-0,9%).
Es obvio que el contexto social en muchas ocasiones no ayuda, por ello debe ser imperativo que las gestantes tengan acceso a toda la información y el apoyo del entorno. Como necesario es poner en marcha iniciativas nacionales e internacionales, como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estrategias preventivas que deben dirigirse a la reducción del consumo de alcohol desde la etapa de preconcepción, tanto en el caso de la gestante, como en el de su pareja. “El TEAF es cien por cien prevenible, y es responsabilidad de todas las personas y de la sociedad en su conjunto generar entornos saludables en los que se favorezca el no consumo de alcohol.”
Por otra parte, la detección temprana es fundamental. “El diagnóstico precoz del TEAF es esencial porque puede mejorar el pronóstico funcional y vital de estos niños”, recalca en un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para abordar este asunto y sus derivadas el Ministerio de Sanidad acogerá los días 23 a 25 de septiembre de 2024 la 7ª Conferencia Internacional de la Alianza Europea frente a los Trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) – European FASD Alliance (EUFASD). La Conferencia está organizada por EUFASD, con el apoyo del Ministerio de Sanidad.
Noticia publicada en: www.infosalus.com
Haz clic aquí para ver noticia