Desde los datos del Ministerio de Sanidad se viene ratificando la tendencia que demuestra que un 48,4 % de los estudiantes de 14 a 18 años habían utilizado el cigarrillo electrónico en alguna ocasión en 2018. También llama la atención que “2 de cada 5 adolescentes de entre 16 y 19 años considera el vapeador un instrumento habitual, con un consumo mínimo de 2 días por semana” “según datos de la última estadística de salud que se llevó a cabo por Allan Sam, neumólogo de MD Anderson Cancer Center Madrid.
En relación a los/as adolescentes que usan los cigarrillos electrónicos por considerarlos inocuos, Allan Sam hace hincapié en que “estamos poniendo el punto de mira en el cigarrillo habitual cuando deberíamos centrarnos en el cigarrillo electrónico, que es la nueva epidemia del siglo XXI”.
Sin evidencias claras sobre si los vapeadores sin nicotina puedan ser perjudiciales o no, Allan Sam señala que “sí que sabemos que, los que llevan nicotina, generan adicción igual que un cigarro normal y que, en cualquiera de estos dispositivos, la glicerina que se genera al calentar el producto es muy cancerígena”. Así, añade el experto, “aunque se posiciona como algo inocuo, no nocivo o no tan malo para la salud, aún no se puede medir su impacto real en el organismo”.
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