Según la Universidad de Helsinki (Finlandia) la exposición al alcohol en las primeras etapas del embarazo puede alterar la función de los genes durante el desarrollo embrionario y, en consecuencia, causar trastornos del desarrollo, sobre todo neurológicos.
Por primera vez se ha realizado un estudio de los efectos, en todo el genoma, de la exposición prenatal al alcohol sobre la función génica y el epigenoma de la placenta. Los resultados han revelado una cantidad significativamente menor de metilación del ADN en aquellos casos en los que la madre no ha consumido alcohol.
Hay que puntualizar, que, aunque los recién nacidos al principio del embarazo no diferían de los controles de los percentiles infantiles de peso o altura al nacer, fuesen estos recién nacidos expuestos al alcohol o no, se observó que tenían una cabeza significativamente más pequeña y cambios epigenéticos, los cuales subrayan la importancia del entorno intrauterino temprano para el desarrollo fetal.
En un futuro estos investigadores ven las “huellas epigenéticas” de la exposición prenatal al alcohol, como biomarcadores, lo que permitiría el diagnóstico precoz y un apoyo personalizado al desarrollo de los niños afectados.
Noticia publicada en: www.infosalus.com
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