El consumo de alcohol está relacionado con el desarrollo de múltiples tipos de cáncer, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todas las bebidas alcohólicas contienen etanol, una sustancia clasificada como cancerígena de nivel 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). No existe un nivel seguro de consumo, ya que incluso pequeñas cantidades aumentan el riesgo de cáncer en órganos como la cavidad oral, esófago, colon, hígado y mama.
La región europea es la de mayor consumo de alcohol en el mundo, con un impacto significativo en la incidencia de cáncer. En 2020, el 4,2% de los nuevos casos de cáncer en la Unión Europea —unos 111.300 diagnósticos— fueron atribuibles al alcohol, con altos índices de cáncer de mama en mujeres y colorrectal en hombres. Además, la combinación de alcohol y tabaco multiplica hasta por 30 el riesgo de ciertos tumores.
Reducir el consumo de alcohol es esencial para prevenir hasta el 40% de los casos de cáncer prevenibles en Europa, según destaca la OMS. Iniciativas como el Plan Europeo Contra el Cáncer buscan disminuir su consumo en un 10% para 2025 mediante políticas como etiquetados con advertencias y mayores impuestos. La concienciación pública y las estrategias preventivas son fundamentales para enfrentar este desafío de salud pública.
Noticia publicada en: https://www.sanidad.gob.es.
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